La sopa de remolacha fue durante muchos años el plato esencial de los campesinos de la Rusia pre revolucionaría. Normalmente es una sopa con verduras (a veces se incluye repollo) a la que se le suele añadir carne, unos tradicionales raviolis de setas e incluso a veces un poco de nata o queso para darle todavía más consistencia. Nuestra receta es una variación más saludable de esta sopa, deliciosa y con su atractivo color tradicional.
Unas gotas de limón una vez servida potencian su color y sabor.
2 Personas
20 Minutos
Preparación:
1. Cortamos la cebolla en brunoise. Pelamos y cortamos la remolacha en rodajas muy finas. Troceamos las setas en julianas. Reservamos todo por separado.
2. Pochamos la cebolla a fuego suave con una pizca de sal y aceite de oliva en una cazuela. Cuando empiece a tomar color, rehogamos las setas shiitake junto con la cebolla. A continuación, añadimos la remolacha y removemos.
3. Añadimos el vino. Hervimos un par de minutos para que el alcohol se evapore.
4. Cubrimos con agua y hervimos a fuego lento durante quince minutos.
5. Ponemos la sopa a punto de sal y hervimos.
Unas gotas de limón una vez servida potencian su color y sabor.
Comentarios